[Tutorial] Todo sobre las cookies
31 agosto 2011
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Las cookies de la web nada tienen que ver con las dulces galletas y tan sólo comparten el nombre. Son trazas de información que se generan a partir de la navegación que realizamos. Aparentemente inofensivas, estas trazas son una importante fuente de información para empresas de publicidad online, aplicaciones estadísticas, para el seguimiento de la actividad de alguien, segmentar usuarios y, en casos extremos, espiar a alguien y violar su privacidad. El abuso en la utilización de las cookies está llevando, por ejemplo, a la Unión Europea y a sus países miembros a aplicar una nueva regulación mucho más dura con las empresas de contenidos y que, de verdad, garantice la privacidad de los usuarios.
Vamos a intentar ilustrar cómo funcionan estas trazas y dónde reside esta problemática que tanto preocupa a usuarios y autoridades.
Las cookies son trazas de información que se almacenan en el disco duro de un usuario y que se generan mientras navega por la web, es decir, conforme se van realizando peticiones a los servidores web y que, posteriormente, pueden ser recuperadas por los servidores en posteriores visitas.
Estas trazas fueron una idea de Lou Montulli, un antiguo empleado de Netscape Communications, que vio que el protocolo HTTP no era capaz de mantener información, por ejemplo, la página de la que venía, las credenciales de sesión de un usuario o sus preferencias, algo que obligaba que estos datos fuesen incluidos en la URL (lo cual no era nada seguro) o guardar estas preferencias en algún archivo que pudiese ser enviado al servidor cuando hiciese falta.
La idea era mantener la sesión de los usuarios (usuario-contraseña, preferencias, etc), obtener información sobre la navegación de los usuarios (páginas visitadas, tiempo de navegación, página de entrada, página de salida, etc) pero, realmente, la aplicación original era el comercio electrónico porque, así, se podía mantener en la cesta de la compra los elementos que se habían seleccionado durante la navegación por la tienda virtual.
En el mundo de la web las cookies se utilizan habitualmente para segmentar muy bien a los usuarios y ofrecer una respuesta personalizada:
Visto así, podría pensarse que las cookies son peligrosas. Realmente no lo son, sin embargo, mal utilizadas sí que pueden obtener más información de la que debieran. Quizás por desconocimiento o por el halo de mala prensa que existe alrededor de ellas, alrededor de estas trazas existen una serie de creencias y falsos mitos que habría que despejar:
Vamos a intentar ilustrar cómo funcionan estas trazas y dónde reside esta problemática que tanto preocupa a usuarios y autoridades.
¿Qué son las cookies?
Las cookies son trazas de información que se almacenan en el disco duro de un usuario y que se generan mientras navega por la web, es decir, conforme se van realizando peticiones a los servidores web y que, posteriormente, pueden ser recuperadas por los servidores en posteriores visitas.
Estas trazas fueron una idea de Lou Montulli, un antiguo empleado de Netscape Communications, que vio que el protocolo HTTP no era capaz de mantener información, por ejemplo, la página de la que venía, las credenciales de sesión de un usuario o sus preferencias, algo que obligaba que estos datos fuesen incluidos en la URL (lo cual no era nada seguro) o guardar estas preferencias en algún archivo que pudiese ser enviado al servidor cuando hiciese falta.
La idea era mantener la sesión de los usuarios (usuario-contraseña, preferencias, etc), obtener información sobre la navegación de los usuarios (páginas visitadas, tiempo de navegación, página de entrada, página de salida, etc) pero, realmente, la aplicación original era el comercio electrónico porque, así, se podía mantener en la cesta de la compra los elementos que se habían seleccionado durante la navegación por la tienda virtual.
¿Para qué sirven?
En el mundo de la web las cookies se utilizan habitualmente para segmentar muy bien a los usuarios y ofrecer una respuesta personalizada:
- Identificación de usuarios, es decir, cookies de sesión que mantienen activa la sesión en un servicio web y que, por ejemplo, permite que no tengamos que introducir nuestro usuario y contraseña cada vez que entramos en Facebook (si no hemos hecho un logout). Además, gracias a esta identificación activa, muchos sitios web pueden presentarnos un entorno personalizado o adaptado a una configuración que hemos personalizado (por ejemplo iGoogle).
- Seguimiento de usuarios, es decir, un track que sirve para analizar la navegación que realiza un usuario, por ejemplo, para un análisis estadístico. Las cookies, en general, son el fundamento para herramientas de analítica web como Piwik o Google Analytics y ofrecen información de las páginas que hemos visitado, de dónde procedemos, la resolución de nuestra pantalla, el navegador o el sistema operativo que estamos utilizando.
- La Segmentación es otro de los usos derivados de las cookies y, por ejemplo, permite a las empresas de anuncios obtener información de las preferencias, navegación realizada o los sitios web visitados. Toda esta información puede procesarse y obtener una interesante segmentación de usuarios que permita optimizar el lanzamiento de campañas de publicidad online.
Falsos mitos
Visto así, podría pensarse que las cookies son peligrosas. Realmente no lo son, sin embargo, mal utilizadas sí que pueden obtener más información de la que debieran. Quizás por desconocimiento o por el halo de mala prensa que existe alrededor de ellas, alrededor de estas trazas existen una serie de creencias y falsos mitos que habría que despejar:
- Las cookies no son ningún tipo de malware ni tampoco pueden infectar los archivos de los usuarios, comprometerlos o borrarles los datos de sus discos duros.